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jueves, 5 de diciembre de 2013

India… el país de los colores


Si Tailandia fue el país de las sonrisas, éste ha sido definitivamente el país de los colores. Es maravilloso el colorido en los ropajes de las mujeres, en los turbantes de los hombres y en los mercados de verduras y especias.
mujer vendiendo verduras

mujeres realizando ofrendas


India ha sido un país que me ha impactado muchísimo, tanto por su cultura como por su gente. Para ser sincera, la pobreza de este país no me ha cogido por sorpresa puesto que estuve en Tailandia hace siete meses y ya vi un asomo de este tipo de economía, pero si comparamos ambos países, India se lleva la palma.
En rasgos generales, India es un país muy pobre. Ya me habían hablado de ello, pero no os podéis hacer una idea exacta sin verlo, de lo subdesarrollados que van en cuanto a Europa.
Pero a pesar de ello, India es un país muy rico en cultura y de todo ello voy a intentar plasmar en este post lo que más me ha llamado la atención durante mi viaje de 3 semanas por la India junto con los hermanos Vaquero o más conocidos como “los vaya vaya ”.
El viaje después de 4.000 km:

DELHI:
Caos sería la mejor definición para esta ciudad. Coches, rickshaws ( conocidos como tuk-tuks), gente, mucha gente, vacas, perros, cerdos, y el sonido de los claxon de los vehículos, todos ellos se entremezclan en una armonía sin orden aparente. 
plaza de Delhi

Esta fue la primera impresión, creíamos que todo este barullo se debía al ser Delhi la capital, pero según avanzábamos, nos íbamos dando cuenta que todo era igual, el mismo caos o parecido en todas las ciudades, y el sonido constante del claxon… ¡ese ruido infernal! Al que finalmente tuvimos que acostumbrarnos. Como nota os diré que para sacarse la licencia de conducir en India, solo hay que ser capaz de realizar un 8 con el vehículo, y si aun así no se es capaz, nunca viene mal una propinilla… de ahí podréis averiguar la forma de conducir de este país. Todos quieren pasar a la vez, todos adelantan a todos a la vez que van esquivando vacas , pitan para girar, pitan para adelantar y si llevan mucho rato sin pitar también pitan y de ahí los atascos enormes que se forman( lo que conlleva aún más ruido).
Nuestro hostal en Delhi se encontraba en un callejón, y cuando digo callejón me refiero a que entre los dos edificios, si sacabas la mano podrías chocar los cinco con el de enfrente.
 Recién llegados nos fuimos a explorar la ciudad. Decidimos coger un tuk-tuk que nos llevara todo el dia de un lado a otro a ver los monumentos más importantes, teníamos algo de prisa ya que solo pensábamos quedarnos un día. Visitamos el fuerte rojo, la vieja Delhi, la puerta de India y uno de los grandes bazares.

templo de lotus


mezquita de Delhi

Lo que me llamó la atención por primera vez fue el cómo la gente se nos quedaba mirando con mucha curiosidad. He de decir que durante todo el viaje nos hemos cruzado con muy pocos turistas blancos, por lo que no es de extrañar que quizás algunos indios no hayan visto nunca a un occidental. Y aquí en la capital había muchísimos turistas indios, pues viajan muchísimo dentro de la India, de hecho hemos tenido muchos problemas en el transporte debido a que siempre estaba lleno. Lo más gracioso de esta curiosidad es el hecho de que nos sacaran fotos. Las primeras veces fueron muy graciosas, pues no lo esperábamos. Las familias nos pedían hacernos fotos con ellos y de fondo con los monumentos, primero la familia, luego con los niños, luego las dos chicas solas, luego Dani solo. Pues eso, las primeras 20 fotos tuvieron gracia, luego ya después de 100 fotos la fue perdiendo. Pero aun así era divertido y una forma más de acercarnos al pueblo. Muchos nos preguntaban de dónde éramos y a veces ni sabían dónde estaba España, nos hacían muchas preguntas por lo que confirmo que los indios son gente curiosa y que les gusta aprender. Creo que si no fuera por la pobreza que padece el país habría grandes genios (más de los pocos que ya hay procedentes de India, por ejemplo muchos médicos).

VARANASI:
Llegamos a esta ciudad en tren. El tren nocturno, una gran experiencia de 15 horas. La verdad que se duerme genial con el traqueteo del tren, como si de una cuna se tratara. Al coger el tren en la estación de Delhi nos asustamos un poco, pues mientras esperábamos en el andén plagado de gente, veíamos como los indios se metían en los trenes todos a mogollón ¡pero si es que no cabían más y seguían entrando! Las ventanas eran enrejadas, parecía ( perdón por la comparación) los trenes de judíos de los nazis. Salían manos y brazos por todos lados. Y nosotros ahí, mirando y temiendo pasar 15 horas así. Pero finalmente, nuestros tickets eran de otra clase, donde íbamos uno en cada litera. Uff…
estacion de tren
Al llegar, una duchita de agua caliente y cena vegetariana en un restaurante propiamente indio sin turistas. De verdad, como se agradece un simple chorro de agua caliente y que poco nos damos cuenta de ello cuando estamos en casa. La cena genial, he de decir que yo no aguanto el picante, a mi eso de comer soplando y bebiendo y comiendo pan porque pica no me va, pero no toda la comida india pica (bueno muy poca), pude encontrar platos muy ricos como el pakora, que es un plato tradicional indio que consiste en un rebozado de una masa y en cuyo interior puede llevar queso, verduras o pollo. Este ha sido el plato estrella del viaje.
asi nos poniamos
En Varanasi paseamos entre monos en el templo de Durga, donde casi me quedo en bragas al tirarme un mono del pantalón, visitamos el campus de la universidad donde nos encontramos el templo “Vishwanath” bajo la miradas de los estudiantes, el fuerte de Rammager, el cual no destacó mucho por si mismo sino por el viaje que hicimos en tuk tuk hasta llegar a él por suelos empedrados de la ciudad y  la mezquita donde ni siquiera nos dejaron acceder con un boli.
Al atardecer visitamos las orillas del Ganges, concretamente al ghat Dasaswamedh, donde se celebra un ritual todos los días llamado “Puja”, una ceremonia Aarti realizada por los sacerdotes jóvenes de la casta Brahman, la casta religiosa y la más alta de todas las de la India.
Los sacerdotes se internan en una danza con fuego mientras toda la gente mira expectativa en silencio. Nosotros nos sentamos en unas escalinatas y al rato se sentó cerca una familia con niños, éstos se cansaron pronto de mirar y comenzaron a jugar con mi cámara de fotos echándose fotos, les hacía mucha gracia. Finalmente la familia nos pidió hacernos una foto con ellos e imprimieron la fotografía al momento, también se hicieron otra solo los 4 miembros de la familia, pero decidieron solo comprar la nuestra, lo cual tiene su gracia cuando es el marido el que pagaba la foto donde salíamos nosotros con la familia y no él.
puja en el Ganges

familia india
A la mañana siguiente nos levantamos a las 4.30 de la mañana para ver el amanecer como nos habían recomendado. Nos sentamos en silencio en uno de los ghats (embarcaderos) todavía a oscuras a observar como la gente realizaba sus rituales en el rio. Un grupo de mujeres rezaban cánticos mientras otros se bañaban en el rio para purificarse el cuerpo (conocido como abluciones). El ambiente ponía los pelos de punta, el sonido del om de esos canticos y en esencia el conjunto del ritual cuando estaba a punto de salir el sol. Fue algo alucinante.
rituales a las 5 en el Ganges

Bueno amaneció sobre las 6 de la mañana, pero en realidad no vimos el sol hasta que se erigió en el horizonte debido a la contaminación del aire. Y algo que debo criticar, los turistas en barcas con sus cámaras intentando captar hasta el último pelo del sobaco de la pobre anciana que se está lavando en la orilla del rio. Como si de monos se tratara, los turistas no tenían reparo alguno en acercarse y hacer las fotos a la gente desnuda. Ello me dio mucha rabia, una vez más, el occidental haciendo de algo tan personal una turistada. Tampoco creáis que los indios se exponen al público, obviamente mientras se secan y se visten, se cubren con una tela como podemos hacer nosotros cuando nos cambiamos en la playa.
Al amanecer, como unos turistas más, recorrimos el Ganges en barca, sin pasarnos con las fotos. Y de repente a 3 metros de nosotros…¡un muerto flotando! Y enredado en las cuerdas de una barca, fue muy desagradable, pero ¿no incineraban a los muertos?.
Tras una clase de yoga impartida por un experto indio y mirando al Ganges (alucinante), tomamos un gran desayuno y nos acercamos al Ghat Manikarnika donde se realizan las cremaciones. Por suerte, uno de los sacerdotes nos subió a un balcón donde pudimos contemplarlo todo al detalle. Éste sacerdote nos explicó que las cremaciones son realizadas por la casta más baja y que no dependen del gobierno, siempre ha sido llevada por esta casta. Y como en todos lados, siempre hay sitio para los ricos y para los pobres, pues en las cremaciones también, había piras para ricos y otras para pobres. Todos los cuerpos son quemados a excepción de 5 que son puros, los animales, los niños menores de 10 años, las embarazadas por llevar un niño dentro, los sacerdotes y los leprosos, estos últimos no se queman para evitar el contagio al quemarlos según este sacerdote, de ahí el muerto que vimos flotando, pues a estos los hunden en el rio con piedras y alguna vez estas piedras se desprenden y el cuerpo sale flotando a la superficie. Además se usa una madera especial que es traída en barca desde lejos, y hace que al quemarse el cuerpo, el humo no huela a muerto.
barca con madera especial, ghat al fondo
Fuimos testigos de un ritual completo, donde la familia trajo al cuerpo cubierto de telas doradas y de colores, lo lavaron en el rio por última vez y lo colocaron en la pila funeraria. Lo rociaron con unos aceites y lo prendieron. Cada cuerpo tarda unas 3 horas en quemarse completamente. Al día pueden realizar unas 100 cremaciones. Después echan las cenizas al rio. Llamaba la atención la ausencia de mujeres y niños. Y resulta que tienen prohibido el lloro cerca de las incineraciones puesto que el alma del muerto tiene que irse en paz y feliz y el lloro la entristecería. Por ellos las mujeres y niños, los más vulnerables al lloro, no acuden a las cremaciones.
Pudimos ver 10 cuerpos a la vez quemándose, fue muy impactante.
Después de este magnífica mañana, conociendo parte de la cultura India, comenzaría nuestro fatídico dia…
Nos presentamos en la oficina de trenes, nuestros tickets aun estaban en lista de espera, después de una hora seguíamos igual y se acercaba la hora de partida del tren. Oficinista ¡qué hacemos! Comprar un open ticket, subiros al tren y llorar al revisor que os de una litera. Ventanilla de open ticket aborrotada de miles de indios, andén, vale nos subimos y a ver qué nos dice el revisor, ¿ y si nos hace bajarnos en medio de un pueblo sin hostales? ¿ si no le encontramos hasta dentro de 2 horas? ¡nooo nos va a tocar ir en el tren apretujados con todos los indios! Vale vámonos a Agra en avión.
Ciber, “sorry no internet”, otro ciber “ sorry no internet in all Varanasi “ ¡QUEEEEE! Vale vámonos al aeropuerto. Una hora en tuk tuk ya de noche. Aeropuerto, ventanilla, hola un ticket para esta noche, no hay vuelos hasta mañana, y cerramos en 2 minutos, adiós, PLASSS!
Desolación…vale taxista, llévanos a un hotel cercano con wifi. Hotel de lujo con recepcionista GILI…… Hola queremos la habitación más barata. Lo siento solo puedo ofreceros la habitación Royal deluxe o la suite deluxe. ¿Qué no entiendes por habitación mas barata?¿no ves nuestras pintas? Tras un laro regateo….¡hasta para los hoteles hay que regatear! Nos quedamos 2 habitaciones dobles porque al señorito no le da la gana ponernos una extra bed. Espera espera, que el wifi no va. Oh si que funciona, en un minuto lo arreglamos. Algo en indio uno sa otros. Vale que te den, nos vamos. Taxista, llévanos a un hotel con wifi en Varanasi. Recepcionista engreído hablando en indio al taxista para que no nos dejara ir. Taxista, te pagamos nosotros, no él. Vale taxista conoce hotel bueno en la ciudad.  Chabolas, pasamos puerta del hotel, extra lujo…Pero te dijimos hotel barato, si si este es amigo mio, discount discount. Agotados y rendidos caimos en la trampa…al menos tenia wifi para poder comprar los billetes de avión. Me dio repugnacia hasta de mi misma de estar en la India en esa clase de hotel. Como pude existir ese lujo cuando hay millones de pobres…
El super hotel de lujo no incluia wifi. No era caro para nosotros, pero si para la India, creo que llegamos a pagar unos 20 o 25 euros en total cuando una habitación normal y decente la tienes en India por 6 o 7 euros.
Vale, centrémonos, avión, Aldara:”ya pago yo con la tarjeta”. Sandra: “ no Aldara, dejame pagar a mi que a ti te da error a veces y ya los que nos faltaba hoy”. Miro mi riñonera para sacar la tarjeta y ¡SORPRESA! ¡Donde está mi tarjeta!¡he perdido mi tarjeta del banco! Locura, vaciar mochila, NADA. Cancelar tarjeta, llama al banco y que la tia del banco entienda tus apellidos en español. Mientras los Vaquero, consiguieron que el director del hotel nos sacara el vuelo a cambio de un módico precio por supuesto… Bueno tickets en la mano, tarjeta perdida. Supongo que me la deje en el cajero de Delhi al sacar dinero.Mi nuevo banco, Aldara. Ese dia fue el peor de todos mis viajes hasta hoy, espero que no haya más parecidos.

AGRA
El Taj Mahal, ahí está, erigido en mármol blanco, precioso. Una de las maravillas del mundo que tantas veces hemos visto en documentales y que además lo hemos estudiado en el colegio. Ahí estaba, deslumbrante como una gota en la eternidad reflejando los rayos del atardecer. Una sensación extraña me recorrió el cuerpo al cruzar la puerta de caliza roja de la entrada. 

 El Taj Mahal es un mausoleo construido por el emperador musulmán Shah Jahande la dinastía mogola en honor a su esposa favorita Mumtaz Mahal, que murió en el parto de su decimocuarta hija.( normal, estaba la mujer que ya no podía con su cuerpo). El emperador quiso haber construido otro mausoleo negro para él en la otra orilla pero no tuvo tiempo puesto que fue encerrado por su hijo. Ahora esta enterrado junto con su esposa en el Taj Mahal.
Para llegar hasta el mausoleo en sí mismo tuvimos que hacernos al menos 20 fotos con diferente familias. Pero finalmente llegamos y pudimos contemplarlo en todo su esplendor.
 
una de las grandes familias indias
Por añadir una curiosidad, la entrada nos costó 750 rupias, mientras que a los indios les costaba 20 rupias. Y así en todos los monumentos que visitamos.
Pasamos la tarde en la azotea de nuestro hostal mirando hacia el Taj Mahal al atardecer, con el poblado a sus pies habitado en sus azoteas por una colonia de monos un tanto locos. Probamos a dar un paseo por la ciudad, pero al meternos en unas callejuelas nos dijeron que no teníamos nada que hacer por allí y que nos diéramos la vuelta. Lección aprendida para todo el viaje, cuando se ponía el sol mas valía quedarse en el hostal descansando. De ahí aprendimos a buscar azoteas o roof terrace geniales, con ambientes chillout donde no se estaba nada mal.

JAIPUR
La ciudad rosada. Pronunciada por los españoles como jjjaipur (y propiamente pronunciada /yaipur/. Todos los indios nos identificaban por esta pronunciación como escupiendo según ellos. Spain is different….
A destacar las fachadas rosadas que están bañadas en este color debido a la visita del príncipe de Gales en 1905. Desde entonces este color simboliza la hospitalidad de la ciudad.
Visitamos el city palace, el Jantar Mantar ( conjunto de construcciones astronómicas  y patrimonio de la humanidad) y el Hawa Mantal o palacio de los vientos. Precioso este último, con la fachada rosada y repleta de enrejados tallados en la propia fachada por donde las mujeres veían la calle sin ser vistas.
También visitamos el fuerte de Amber, uno de los más grandes y mejor conservado de los que hemos visto. Si en Tailandia nos hartamos de templos, aquí nos hemos hartado de fuertes. Era precioso, erigido en lo alto de la montaña donde ahora solo habitan unos pocos monos. ¡¡Me encantan los monos abrazaditos con las crías!!
Y por último el palacio del agua, el Jal Manhal hundido en el medio de un lago

PUSHKAR
Llegamos a este pueblo entre brinco y brinco. En un autobús sin amortiguación ninguna que tuvo que ser empujado para arrancar. Íbamos saltando de un lado para otro, que risa, sí, la primera hora, luego ya no. Nos deja el autobús en medio de la nada, y cuando digo nada significa arena, más arena y tuk tuks sueltos que eso nunca puede faltar en India. Cuando ya nos dimos cuenta que el autobús no estaba haciendo una parada, sino que ese era el pueblo, emprendimos el camino hacia el horizonte en busca de un hostal, tras unos pasamos ya pudimos divisar el pueblo al fondo, no nos habían engañado.
Llegábamos a tiempo para la feria de camellos, una de las más importantes del mundo. Y allí estábamos nosotros, entre el alboroto de esa feria india. Me sorprendió la existencia de norias y barcos piratas para montar, sinceramente no me lo esperaba. 
 
feria de Pushkar

 Nos rodeaban cientos de puestos ambulantes y de casetas, todo al estilo indio. Pero lo mejor de la feria, obviamente la cantidad de camellos concentrados en un mismo punto y adornados con colores estrafalarios, con las cabezas alzadas como si de verdad pudieran sentirse orgullosos de sus vestimentas, quién sabe, quizás si lo sienten.
dromedario adornado
 
al atardecer en la feria
 
muchos camellos juntos

La feria también incluía gitanas indias que intentaron robarnos, nos ofrecieron hacernos fotos con ellas, pero en cuanto comenzaron a cogernos las manos nos dimos cuenta de lo que querían, y perdone usted, pero somos españoles, que de estas cosas sabemos un rato ¿o no?
Al atardecer visitamos uno de los ghats en el lago central donde fueron esparcidas las cenizas de Gandhi, una vez más disfrutamos del ambiente que supone una puja a la orilla del agua.
Día final de la feria de camellos. Estadio de arena a rebosar de gente y entre la multitud avistamos un espacio  de gradas vacío donde solo hay blancos sentados. Allá vamos, ¡somos vip! No es que esto me guste, pero a la vez que al turista le hacen pagar más en los monumentos, también nos hacen “vip” en los festejos, el caso es tratarnos de forma especial en los dos sentidos. Así pues disfrutamos de la exhibición sentados, mientras los indios se apelotonaban en la valla. Primero un baile tradicional de niñas vestidas de miles de colores y después camellos corriendo con sus jinetes incluso de pie sobre ellos. Músicos y mucha gente estrafalaria. Y una vez más, he aquí el turista irrespetuoso metiéndose dentro del límite de la valla para sacar las mejores fotos de las niñas bailando y después alardear. ¿Acaso en una exhibición de gimnasia rítmica en Europa se meterían a hacer fotos mientras bailan? De verdad, a más de uno le hace falta alguna clase de respeto. Pero en general, fue genial ver una exhibición de este tipo en la India, es algo magnífico.
tipo estrafalario en la exhibicion
 
indios expectantes en el estadio
En este pueblo, puesto que es un lugar sagrado de peregrinación, está prohibida la carne, los huevos y el alcohol. Y casualmente, estando sentadas Aldara y yo mientras esperábamos algo, vimos a un hombre que daba vueltas por la plazilla. De repente vimos como otro hombre se acercaba y le daba dinero a la vez que cogía algo de unas piedras. Y así repetidas veces varios hombres. Era un trapicheo de botellitas de alcohol por 40 rupias!. Pronto se nos arrimaron unos chicos para preguntarnos de donde éramos y tal y decidimos irnos. Pero el hombre que daba vueltas nos siguió y nos dijo muy serio:”no talking, no problema ok”. Nos asustamos un poco la verdad y nos fuimos de allí.

UDAIPUR
Viaje horrible en autobús. Fuimos en literas para dormir, pero entre lo mal que conducía el conductor que iba demasiado rápido y adelantando camiones, y el mal estado de la carretera, eso fue para mí como una tortura china, querer dormir y botar cuando vas a coger el sueño. No se lo recomiendo a nadie.
En esta ciudad visitamos un palacio y poco más, pasamos bastante tiempo el un roof terrace. Una de las noches nos tomamos un lassi (batido de yogurt indio) mientras escuchábamos a un tipo de Sri Lanka tocando, estuvo genial.

JODPHUR
De camino a Jodphur pasamos por Ranakpur para ver unos templos jainistas construidos en medio de la selva. Impresionantes templos, con esculturas talladas en la piedra. No conocía la religión jaimista hasta este momento, os animo a echar un vistazo en google.
interior templo jainista

entrada al templo jainista
En Jodphur, la ciudad azul, visitamos el fuerte de Mehrangarh, impresionante y muy bien conservado del siglo xv. Lo peor de ello, subir una cuesta de la muerte (como decimos nosotros) a pleno sol. Es el fuerte que más me ha gustado. Con sus enrejados tallados y la fabulosa vista de la ciudad azul. Antiguamente los sacerdotes, brahmanes, pintaban sus casas de azul para identificarse, pero hoy en día la mayor parte de la ciudad está pintada de azul, sí de un azul pitufo que la hace muy bella.
Y cerca del fuerte el mausoleo de Jaswant Thada construido con un mármol tan fino que dejaba pasar la luz del sol.
vista de Jodphur desde el fuerte

ardillita india

fuerte iluminado

monitos que habitan el fuerte

JAISALMER
La ciudad dorada, por las fachadas de arenisca . El fuerte de Jaisalmer es el único de los que vimos que aun sigue habitado por dentro. Además dentro existen otros 3 templos jaimistas, preciosos, pero no tan impresionante como los de Ranakpur en medio de la selva.

Jaisalmer
 
palacio hundido

En esta ciudad realizamos un safari al desierto. Por la mañana, un jeep nos llevo a 45 km adentro del desierto. No os imaginéis un desierto de dunas , era un desierto de arbustos secos con algún poblado esparcido. Nos juntamos un grupo de 10 personas, alemanes, holandeses y británicos. Todos hablando , pero para variar, los british a su bola sin relacionarse con los demás. Montamos en  los camellos, bueno tenían una joroba por lo que eran dromedarios. Íbamos unos detrás de otros en fila y atados por cuerdas aunque luego por la tarde si nos dejaron montar solos, ¡que miedito! Al principio el camello iba para donde quería pero finalmente conseguí dirigirlo. Al atardecer llegamos a unas dunas de arena donde vimos ponerse el sol, fue una imagen preciosa con el cielo iluminado de naranja, casi como una postal africana.

atardecer en las dunas
 Los indios prepararon dos fogatas para cocinar y calentarnos, allí cenamos, en los cubiertos lavados con la tierra del desierto y el arroz cocido en agua de una cañería no muy segura…Pasamos toda la noche a la intemperie, sin tiendas, la arena, las mantas y nosotros. Con un manto de estrellas cubriéndonos. Era espectacular,¡ se podía ver hasta la vía láctea! Al amanecer también disfrutamos de unas vistas geniales del sol saliendo en el horizonte. Lo peor fue volver en camello hacia donde nos había dejado el jeep el día anterior, 2 horas de caminata en camello con las agujetas que ya teníamos. He de comentar además, que los camellos no estaban muy bien cuidados a mi parecer, había uno incluso que no tenía ni dientes y se le caía el labio. Supongo que los tienen para el negocio y les importa poco la salud de los camellos.
amanecer en el desierto

mi camello Alex

BIKANER
De esta ciudad solo he de nombrar el templo de Karni Mata o más conocido como el templo de las ratas. ¿Descripción? Asqueroso. Descalzos entre ratas íbamos todos, pisando las caquitas de estos pequeños bichitos sagrados… Hay muchas leyendas sobre este templo. La diosa Durga en el siglo XIV pidió a Yama, dios de la muerte, que devolviera la vida a su hijo Lakhan, quien había muerto ahogado. Y a partir de aquí surge la diversidad de historias, unas dicen que el dios reencarnó al hijo en rata, otras que desde entonces todos los niños se reencarnan en ratas, y otras que el dios rechazó la petición y la diosa Durga decretó que todos los miembros del dios Yama se reencarnarían en ratas. Vamos que ni ellos se aclaran porqué las ratas son sagradas, el caso es que las dan ofrendas y las cuidan. Se estima que hay alrededor de unas 20.000 ratas. La verdad es que me esperaba ratas más grandes, pero eran poco más grandes que el tamaño de un hámster, aún así muy asquerosas.
ratitas durmiendo en una verja
ratas a sus anchas con leche y agua


¡ñam ñam!

AMRITSAR
El templo dorado, lugar de peregrinación para los seguidores de la religión Sij, es lo que destaca en esta ciudad. El templo se encuentra en medio de un lago artificial y su cúpula esta hecha de oro. Es una magnifica vista, sentarse en uno de los arcos y contemplar la vida que se realiza allí en los alrededores del templo.
 
templo dorado



 Aquí también se realizan abluciones ( baños para purificarse). Dentro del templo había un museo dedicado a los mártires de esta religión, aquí una vez más, me di cuenta de lo poco desarrollados que están comparando con el resto del mundo. Había cuadros de martirios, cocinando a gente viva en ollas, despedazando bebes enfrente de las madres. Esto no es muy diferente de lo que pasó en Europa hace ya muchos años, pero cuando me acerqué para mirar la fecha del cuadro ¡Oh sorpresa! Eran cuadros del siglo XIX, cuando en España estaba ocurriendo la revolución industrial. Comento esto para haceros una idea de lo poco desarrollado que está este país.
Existe otro templo de construcción similar pero para la religión hinduista. Y lo que más me llamó la atención en esta ciudad fue el templo de Mata, fue el templo más curioso que visitamos. Al estilo del barco “Reina de África” del parque de atracciones de Madrid. Consistía en unos laberintos, donde para pasar de una zona a otra tuvimos que atravesar una cueva a cuatro patas y salir por una puerta que era la boca gigante de un león. Otra zona donde las paredes se juntaban y solo había un camino estrecho de agua que debíamos atravesar para llegar a uno de los santuarios. De verdad, nunca imaginé encontrar un sitio sagrado asi de divertido.
templo Mata, sorry no tengo fotos de los pasadizos...me lo estaba pasando muy bien como para hacer fotos jajaja
 Esta ciudad está muy cerca de la frontera con Pakistán, por lo que nos acercamos para ver la pantomima que hacen los dos paises en el cambio de guardia. A ambos lados de la puerta de la frontera existen una gradas para el público, y se trata de ver quien se hace oir mas alto mientras los soldados se exhiben ante la población para demostrar qué país es mejor. Pos si alguien no lo sabia, Pakistan pertenecia antes a India. A mi esta exhibicion de fuerzas me pareció patética. Ver como dos paises se enfrentan entre sí de esta forma tan ridicula en vez de darse la mano y ayudarse para salir de la pobreza que cubre ambos paises.

soldado(no puedo girarla)

De Amritsar volvimos a Delhi donde pasamos una noche y volamos al día siguiente. Apenas teníamos dinero por lo que no hicimos mucho más de lo que ello nos permitió.

REFLEXIÓN
La India me ha abierto mucho más la mente y a ello ha ayudado el libro que he leído mientras viajaba “El monje que vendió su ferrari”. Creo que todos los que me conocen bien dirían que no soy una persona derrochadora, de hecho mucha gente se ríe de mí porque llevo el mismo abrigo desde hace 3 años. ¿Por qué no puedo llevar el mismo abrigo 3 inviernos seguidos si está limpio, no está roto y ni tiene bolitas? ¿ Por qué hay que seguir los estándares de moda y cambiar el abrigo cada año? ¿Sabéis cada cuánto cambian de abrigo los indios? Nunca, porque muchos ni siquiera tienen con qué abrigarse, sino que usan unas mantas raídas. Y mientras tanto aquí en Europa llenamos el armario con decenas de prendas de ropa, y de abrigos. Con esto quiero hacer referencia a los excesos que nos pegamos mientras otros en el mundo no tienen nada y con ello son felices o al menos se conforman. En India me he dado cuenta de apreciar hasta el mínimo detalle de llegar a casa, entrar en la bañera, girar el grifo y que así sin más salga agua a presión y caliente. No sabéis cuanto se echa esto de menos…
Hemos visto cientos de gente durmiendo en las calles, a veces no sabíamos siquiera si estaban vivos o muertos. Hay muchísima pobreza y no hay clase media, o eres pobre o eres rico pero no hay un término medio definido diría yo. La vida en la India está hecha en torno a la religión, emplean mucho tiempo en rituales, en peregrinajes u oraciones. Yo no soy creyente de ninguna religión, y quizás por ello  me parece una pérdida de tiempo, aunque lo respeto. Pero pienso que si esta gente empleara su tiempo en sacar el país adelante de alguna manera quizás mejorarían su condición de vida, pero creo que hay demasiado conformismo, están contentos con lo que tienen y no ven la necesidad de evolucionar. Veo tan difícil el desarrollo en este país…Aparte de que el gobierno tampoco ayuda mucho.
Por eso os animo a conformaros con menos, a no derrochar en marquitas ni en tonterías. Podemos vivir igual de cómodos con menos de lo que tenemos, solo hay que proponérselo. Y ese dinerillo que nos podríamos haber gastado en unas zapatillas de marca, se puede emplear en donarlo a una ONG. Y ya no hace falta que sea para países del tercer mundo, por desgracia, hoy en día, una pequeña ayuda viene bien hasta para familias de nuestro propio país.
Y una vez más, me quedo con ganas de seguir viajando y seguir conociendo otras culturas. De nuevo nos hemos encontrado gente recorriendo el mundo por periodos de un año o dos años, así que cada vez veo más posible hacer realidad este sueño de volar hacia el mundo.
Viajar, despertar vuestras mentes, pero nunca dejéis de soñar.















5 comentarios:

  1. Fotos chulas llenas de color. Los "monitos" no son tales. Son langures comunes (Semnopithecus entellus) y son cercopitecos (diferente familia que el chimpanzé por ejemplo). La "ardillita" es una ardilla palma (Funambulus palmarum) que algunos confunden con la ardilla de tres rayas coreana.

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    1. Ay Ruben no llego a tanto! pero gracias! No está mal saberlo. Y la ardilla de Londres¿¿ cual es???? porque la india es bien pequeñita comparada con esta y sin rayas.

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  2. La de Londres es la ardilla gris (Sciurus carolinensis) una especie americana introducida como mascota, que por estupidez humana se ha escapado de jaulas, ha criado en libertad y se ha expandido y desplazado a la nativa ardilla roja (Sciurus vulgaris) que sólo sobrevive en el norte del Inglaterra y Escocia.

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  3. Muy chula la entrada, Sandra! Muy completita, seguro que llevas un cuadernito o algo para ir escribiendo, porque en 3 semanas es mucha tela para acordarse. Ale, a seguir viajando y llenando esto. Por cierto, lo de las ratas es para morirse, aunque sean del tamaño que sean, qué asquete!

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    1. Gracias Celia! si, como se nota el periodismo jeje, fui escribiendo un cuaderno de viaje todos los dias por lo que esta vez me ha sido mucho más facil escribirlo todo. Bueno falta muchisimo, pero he intentado plasmar lo que mas me ha llamado la atencion. y si las ratas asquerosas en cualquier sentido....

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